El principal reto está en organizaciones grandes que ya tienen una inercia muy fuerte, como las administraciones públicas. Van surgiendo iniciativas, pero no suelen llegar a consolidarse hasta que hay una apuesta grande a nivel corporativo o institucional. Y en este punto estamos en Navarra.
En general, queda mucho por hacer con respecto a la difusión del dato para promover la cultura organizativa de las propias empresas. Lograr esto, creará un clima de compromiso, cooperación y participación que dará mayor valor a la empresa y en general a la sociedad.