Los datos son realmente un recurso valiosísimo, tanto que muchos actores los han posicionado como un eje fundamental de las economías modernas. Por esta razón, las empresas privadas y las administraciones públicas tienen que incluir aspectos éticos en sus estrategias de datos para ser respetuosas con todas las personas e instituciones y garantizar la igualdad de oportunidades. Por eso, es importante conocer y difundir la normativa que pueda ir surgiendo sobre aspectos éticos. En este sentido, merece un importante reconocimiento el trabajo que está haciendo OdiseIA con el observatorio del impacto social y ético de la inteligencia artificial en la explotación de los datos.